El mar Egeo está situado en el extremo oriental del Mediterráneo, entre Grecia y Turquía. La casi totalidad de las numerosas islas del mar pertenecen al pais heleno, por lo que se puede considerar que este mar es un mar interior de Grecia (al 95 %), lo que es fuente de frecuentes conflictos diplomáticos entre los dos países. Es el epicentro de la historia antigua de Europa, aquí nació todo, aquí crecieron los mitos y aquí fue donde el continente adquirió su identidad separándose de África y de Asia.
Hoy en día esta parte del mundo se encuentra entre las más solicitadas por los viajeros y/o turistas del mundo. Sigue siendo de los lugares de “veraneo” más interesantes en lo cultural, pero en el año 2010, los jóvenes del planeta buscan otra cosa: Fiesta.
Entre las celestes playas y los atractivos acantilados, recorridos por casas encaladas
que jalonan esta maravilla de la naturaleza podemos encontrar dos hitos que marcaran el verano de cualquiera que se aventure a festejar la vida.
Mikonos y Santorini. Son islas preciosas, y no hay lugar para el hastío o el aburrimiento, desde la simple contemplación de la belleza de las construcciones tradicionales, en un inmaculado blanco con apuntes de azul celeste, al desenfreno más loco de la noche. Estas islas son mundialmente conocidas por su magnífico ambiente de tolerancia donde el turismo gay/lésbico se mezcla con el hetero sin ningún tipo de conflicto.
Si bien Mikonos es la mundanal, Santorini aun guarda el espíritu de la Grecia clásica, aun se puede respirar la esencia del Mediterráneo, y disfrutar de la mas deliciosa gastronomía mediterránea en contrapeso a las hamburguesas y gofres de la zona de ocio. Pero si uno tiene el cuerpo rumbero (sirtakero, sería más correcto), recuérdese que este es uno de los rincones más divertidos del mundo.
En verano, uno de los lugares que más posibilidades ofrecen al viajero/turista: Historia, leyendas, naturaleza exuberante y mucha diversión.
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