Cuesta abajo y sin frenos
Me duele la boca de decirlo.
¿Cómo se puede sostener un sistema mundial en algo tan fútil como “la confianza”?, pues eso es lo que estamos haciendo con este capitalismo, ni más más, ni más menos.
La cronología es clara, primero cayó Grecia, y, aunque la cosa allí estaba bastante más jodida que España, todo comenzó con un ataque especulador en la bolsa local, y bueno, al final todo fue haciendo pelota y esto, unido a la falta de estabilidad del mercado griego, provocó lo que todos sabemos.
Después de esto, y bueno, mientras esto sucedía, había alguna voz que dijo: ¡ojo, que el próximo es España!, y quizá les cueste un poco más (aún contamos con algo más de estabilidad que en las primeras etapas de la crisis helena) pero claro que si se ponen, conseguirán hundirnos.
A partir de aquí, la primera en la frente, como todos os habréis enterado, España ha perdido las ganancias de la bolsa de todo el año (que se dice pronto) en una caída en un solo día de más del 5%, quedando por debajo de los 10.000 puntos, pero, ¿a qué viene esta caída?
Pues esta vez no ha sido ni el Standard&Poor ni la madre del topo, simplemente, ha habido rumores de un posible rescate español al puro estilo griego, nadie sabe dónde, cómo o por qué, simplemente, alguien ha dicho algo y el resto han oído campanas.
Después de esto, he aquí mis dos preguntillas:
1. ¿Te pueden registrar hasta los polvos que tienes con tu pareja pero no se puede rastrear de dónde viene este rumor?
2. ¿De verdad el sistema capitalista actual es tan, tan bueno, que simplemente con un rumor infundado de alguien desconocido puede saltar por los aires?
Vuelvo al principio, no tiene ningún sentido que algo tan material como el dinero, y más el dinero mundial se base en algo tan moñas como la “confianza”, vamos, imagina a tu jefe que te dice que va a basar lo que te va a pagar en “la confianza de mercado”, a ver que te cuenta. Es más, dile a un niño de siete años que su paga se va a basar en la confianza que tengas tu en él y en los otros niños, a ver cuánto tarda en mandarte a la mierda.
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